Congelar es una técnica de conservación de alimentos, que nos permite bloquear el posible crecimiento de bacterias y microorganismos y detener el proceso de deterioro del alimento, sin el uso de aditivos ni productos químicos. Si congelamos bien los alimentos, no perderán nada de su valor nutricional.
El grado de frío que alcanza un congelador se mide en estrellas, para lograr una buena congelación es recomendable un aparato de cuatro estrellas, que garantice una temperatura de mantenimiento de al menos 18 ºC bajo cero.
Para ayudar a que la congelación sea óptima, es importante no congelar demasiados productos a la vez, limpiar periódicamente el aparato y vigilar el visualizador de temperatura.
Estas son algunas dudas que nos plateamos a la hora de congelar los alimentos:
¿Cómo guardamos los alimentos?
El primer paso es envasar correctamente los productos que queremos congelar, podemos utilizar recipientes herméticos o bolsas aptas para congelar, lo importante es que se evite el contacto con el aire, que estén protegidos en recipientes herméticos o envoltorios adecuados que los protejan de posibles contaminaciones y evitar las pérdidas de líquidos.
Los envases no deben tener ninguna grieta o fisura, por donde pueda entrar el aire frío, ya que podría quemar los alimentos y resecarlos hasta hacerlos no aptos para su consumo.
Es recomendable que utilicemos envases aptos para microondas, por si fuera preciso descongelarlos en su interior.
Por último, los envases cuadrados o rectangulares permiten un mejor aprovechamiento del espacio en el congelador.
¿Cuánto tiempo podemos guardar un alimento congelado?
Es difícil establecer un tiempo recomendado de almacenamiento para los alimentos congelados, n general podemos conservar los alimentos congelados durante un plazo de dos a tres meses, pero siempre dependerá del tipo de producto, de su calidad y frescura inicial, de su posterior manipulación y de las condiciones de almacenamiento.
¿Cómo se congela cada tipo de alimento?
Líquidos:
Cuando congelamos líquidos debemos dejar espacio libre en el recipiente, ya que se dilatará al congelarse.
Alimentos crudos:
Cualquier alimento crudo puede, en principio, congelarse. Antes, deben retirarse las partes no comestibles.
- Carnes: todas las carnes se pueden congelar. Cuando se trata de carnes rojas se aconseja que repose en el frigorífico dos o tres días, para que resulte más tierna.
- Frutas y verduras: es mejor escaldarlas previamente y las frutas se congelan una vez cocidas.
- Pescado y marisco: es importante que esté bien limpio. Se puede congelar sin retirar la cabeza, pero es necesario quitarle los ojos. Si congelamos rodajas o filetes de pescado, mejor que intercalemos una hoja de papel de aluminio o plástico entre ellos.
Platos cocinados:
Deben dejarse enfriar antes de ser congelados ya que de lo contrario no sólo tardarían excesivamente en congelarse, sino que además descongelarían los productos congelados con los que entren en contacto.
¿Qué alimentos no deberíamos congelar?
Hay alimentos que con la congelación sufren alteraciones en su textura y sabor: las tartas se agrietan, las patatas se deshacen, el huevo y la mayonesa se apelmazan y las frutas y las verduras con el frío se llenan de hielo y pierden totalmente su textura.
Oros alimentos que se agrietan o pierden su textura al congelarlos son: huevos duros con cáscara, pasta, arroz, los alimentos con contenidos altos en grasa (nata u otras salsas) y los alimentos ya fritos o guisos con patatas.
No debemos congelar algo que haya sido congelado antes, aunque sí se pueden congelar alimentos cocinados, en los que hayamos utilizado productos congelados.
¿Cómo descongelar los alimentos?
Lo ideal es descongelar en el frigorífico (el frío protege del desarrollo microbiano) y consumir y elaborar en un plazo máximo de 24 horas.
Si decidimos utilizar el microondas, porque tenemos prisa, debemos colocar el alimento dentro, de manera que quede espacio entre éste y el interior del electrodoméstico, para que el aire caliente circule sin problemas. Los alimentos deben meterse en trozos pequeños, para que la descongelación sea más uniforme. Además, puede girarse el alimento varias veces durante el proceso. El alimento debe cocinarse de forma inmediata tras la congelación.
Debemos evitar descongelar a temperatura ambiente o con agua caliente, pues el riesgo de contaminación es mucho mayor.
Podemos descongelar también con agua fría, sumergiendo el alimento bien cerrado y cambiando cada cierto tiempo el agua (unos 30 minutos).
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