Cada vez somos más los que no podemos vivir sin nuestro congelador horizontal, pues nos permite almacenar una gran cantidad de alimentos y eso supone tener que ir menos a la compra y organizar el menú semanal. Además, nos permite cocinar en mayor cantidad, para congelar después.
Como con el resto de electrodomésticos, una limpieza y mantenimiento periódico nos ayudará a prolongar su vida útil y a garantizar que funcione correctamente. La acumulación de suciedad se debe, principalmente, a los restos de alimentos y suele quedarse en el fondo del congelador, rejilla, cestas… Las puertas y gomas también pueden acumular suciedad, por lo que es conveniente limpiarlo a fondo.
Te contamos cómo limpiarlo en 4 pasos:
1. Vaciar el congelador
Es conveniente limpiarlo cuando hay pocos alimentos en el interior y antes de llenarlo al completo, pues debemos vaciarlo, para poder limpiar más cómodamente y en profundidad. Si nos organizamos bien, nos llevará poco tiempo y no se romperá la cadena de frío.
2. Limpiar el interior
Antes de limpiar debemos poner el congelador a cero o lo apagamos.
Podemos lavar las paredes y los accesorios con agua tibia y jabón neutro. Es muy importante no utilizar detergente ni limpiadores abrasivos, tampoco podemos utilizar estropajos que rallen.
También podemos utilizar un truco casero que limpia y desinfecta: un paño y agua tibia diluida con vinagre blanco o bicarbonato sódico
3. Aclarar y secar bien
Después de limpiar a fondo, se enjuagan bien las superficies con agua. Debemos secar con un paño limpio y, una vez que esté todo seco, lo encendemos de nuevo.
4. Colocar de nuevo los alimentos
Una vez limpio y conectado, volvemos a incluir los alimentos. Es importante guardarlos bien envasados, en recipientes cerrados. Debemos dejar espacio entre los alimentos, para que circule el aire frío. Si vamos a guarda nuevos alimentos y/o alimentos cocinados, deben estar a temperatura ambiente.
Por motivos de higiene y de conservación, conviene descongelar el congelador al menos una vez al año, cómo hacerlo:
- Apagamos y desconectamos el congelador.
- Sacamos los alimentos del compartimento y los colocamos en el frigorídico o bolsa isotérmica, para evitar que se rompa la cadena de frío.
- Dejamos la puerta del congelador abierta.
- Para el drenaje, sacar el agua, colocamos una bandeja bajo el tapón exterior de drenaje.
- Tiramos del botón de drenaje y giramos 180 grados. Esto permitirá que el agua salga. Vigilaremos el recipiente que hemos puesto, para que no se desborde.
- Cuando se vacíe, pulsamos el botón de drenaje y lo volvemos a introducir dentro del congelador.
- Una vez finalizada la descongelación, limpiamos como hemos visto en os 4 pasos anteriores.
- Conectamos de nuevo el congelador y encendemos el aparato.
Te contamos cómo congelar adecuadamente los alimentos aquí.
Y si estás pensando en comprar un nuevo congelador, echa un vistazo a los congeladores horizontales Brandt.