La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos que utilizamos a diario, por eso, si aplicamos algunos trucos para ahorrar, lo notaremos mucho en nuestra factura de la luz. ¡Toma nota!
Aprovechar el calor residual
En las placas vitrocerámicas la temperatura sube de forma lenta y, una vez apagada, mantiene calor residual. Cuando cocines, apaga tu vitrocerámica 5 minutos antes de terminar la cocción, aprovecharás ese calor residual.
Utilizar el fuego del tamaño adecuado
Utiliza un fuego de igual tamaño, incluso más pequeño, que el recipiente que vayas a utilizar, así se aporvecha mejor la radiación infrarroja de la vitrocerámica. Si utilizamos un fuego más grande que el recipiente, se desperdicia gran parte del calor.
Poner el recipiente bien centrado
Coloca el recipiente justo en el círculo de calor, si no está bien centrado, se desperdiciará parte del calor.
Tapar los recipientes
Si cocinamos con las cazuelas tapadas se consume un 15% menos de electricidad, así que este truco tan sencillo supone un gran ahorro.
Desconecta la vitrocerámica cuando no la vayas a usar
Si te vas de vacaciones o vas a estar un tiempo sin cocinar desconéctala, así se desactiva la función standby y ahorramos en el consumo de luz. Las placas están encastradas en las encimeras de nuestras cocinas y el enchufe no está muy accesible, por eso sólo es práctico desconectarla cuando vamos a estar un periodo más o menos largo sin usarla.
Descubre todas las opciones de placas de cocina Brandt.