¿Tienes tus propios trucos de cocina? Hoy recordamos 10 trucos de toda la vida, los de nuestras nuestras abuelas, imprescindibles para facilitar algunas tareas culinarias y para que queden perfectas nuestras recetas.
¡Toma nota!
Montar nata
Es muy importante que todo esté muy frío, así que te recomendamos que metas la nata, el bol y la batidora o varillas en el congelador. Deben estar a una temperatura entre 5ºC y 10ºC. Bate a mucha velocidad, hay que montarla en pocos minutos.
Mayonesa casera
Deja el huevo que vayas a utilizar una noche a temperatura ambiente. Échalo en el recipiente junto al aceite y déjalo 5 minutos, después añade el limón y la sal. Mete la batidora en el fondo del recipiente y bate a velocidad media 1 minuto, sin moverla del fondo.
Picar cebolla sin llorar
Hay varios trucos, pero cortar la cebolla cuando está muy fría, suele funcionar. Para ello sólo tienes que meter la cebolla en el congelador durante unos minutos o en la nevera durante una hora o más antes de cortarla. Después córtala debajo del grifo.
Freír huevos sin que salte el aceite
Sácalos de la nevera un rato antes de freírlos, así soltarán la humedad. Además, puedes echar una pizca de harina en el aceite y evitarás que salte.
Huevos duros perfectos
Deposita el huevo en el agua, cuando aún está fría. Para que la yema quede centrada, el agua debe cubrirlo por la mitad y añade sal, para evitar que se rompa la cáscara. Tapa el recipiente y cuando el agua comience a hervir, déjalo 4 minutos.
Arroz blanco en su punto
Para que el arroz quede suletecito, debemos sofreírlo en aceite a fuego medio / alto, así se sella y evitamos que salga mucho almidón. La cantidad de agua depende de cada tipo de arroz, pero, por lo general, te recomendamos que añadas 2 tazas y ½ de agua por cada taza de arroz. Cocínalo a fuego medio durante 20 minutos.
Pelar tomates
Cortamos una cruz en la base del tomate, que no sea muy profunda. Hervimos agua en una olla y echamos los tomates. Cuando comienzan a arrugarse, los escurrimos y los echamos en un bol con agua helada. Dejamos que se temple un poco y pelamos con las manos.
Patatas fritas crujientes
Para conseguir que nos queden unas patatas fritas muy crujientes, después de pelarlas y cortarlas, las dejamos a remojo durante 30 minutos, así soltarán el almidón.
Bechamel sin grumos
Para evitar que al hacer la bechamel se formen grumos primero fríe la harina en la mantequilla, removiendo bien, y después añade leche fría. La diferencia de temperatura hace más difícil la formación de grumos.
Lechugas crujientes
Para conseguir una lechuga más crujiente, sólo debemos dejarlas en remojo, durante 30 minutos, en agua con un chorrito de limón. Después escurrimos y lista para preparar nuestra ensalada.