Que el lavavajillas se ha convertido en un imprescindible de nuestras cocinas ya que nos permite ahorrar una gran cantidad de tiempo y nos ayuda a la organización de nuestro menaje es algo innegable.
Incluir un lavavajillas en la cocina aporta orden y nos permite acabar con la clásica escena de platos sucios apilados en la encimera o en el fregadero. Y además, si eliges un modelo con una apariencia elegante como nuestro modelo BDF534DX estarás incorporando también un toque de diseño a tu cocina.
Pero pese a que el lavavajillas es un electrodoméstico muy intuitivo que lleva años estando presente en la mayoría de los hogares, aún existen algunos mitos bastante extendidos y algunas malas prácticas bastante comunes.
Una de las más frecuentes y la principal responsable de muchas averías es la sobrecarga del lavavajillas.
¿Qué pasa si sobrecargo mi lavavajillas?
Muchas veces, en un intento de optimizar su uso, se cargan grandes cantidades de menaje y cuberterías en su interior y esto provoca una sobrecarga.
La principal consecuencia de sobrecargar el lavavajillas será que el lavado y secado no será óptimo al no ser posible que el electrodoméstico funcione de forma correcta. Al introducir más utensilios de los indicados, haremos que el agua y el producto de limpieza no se distribuyan de una forma uniforme y eficiente.
Además, si realizamos una sobrecarga de forma habitual, se acabarán produciendo fallos y averías en el funcionamiento de nuestro electrodoméstico.
Consejos para no sobrecargar el lavavajillas
Para respetar los límites de carga, es importante no apilar utensilios, no colocar uno encima de otro y respetar las ranuras diseñadas para los platos colocándolos de uno en uno.
Recuerda que hoy en día existen en el mercado modelos de lavavajillas con diferentes capacidades que se adaptan a tu ritmo de vida y al número de cubiertos que se ensucian en tu hogar. Antes de comprar este electrodoméstico, valora tus necesidades y haz que se adapte a ti.
Cómo distribuir la carga en tu lavavajillas
Además de tener en cuenta estos límites de carga, a continuación enumeramos una serie de consejos para organizar la carga de tu lavavajillas de una forma correcta.
- A la hora de distribuir el menaje es importante tener en cuenta que los utensilios de mayor volumen o con más suciedad deben colocarse en la parte inferior.
- Los cubiertos deben colocarse siempre con el mango hacia abajo o en el caso de que tú lavavajillas disponga de una bandeja para los cubiertos en la parte superior bastará con distribuirlos en este espacio de forma horizontal.
- En cuanto a copas, vasos y tazas: deben ir en la bandeja superior.
- Además, las copas de cristal fino es recomendable lavarlas de forma manual ya que por su poco peso podrían desplazarse durante el lavado y romperse.
Otro de los consejos que debemos tener en cuenta para un uso óptimo del lavavajillas tiene que ver con enjuagar los utensilios antes de introducirlos en el electrodoméstico. Esta práctica, común en muchos hogares, no es en absoluto necesaria.
Los lavavajillas modernos están diseñados para acabar con los restos de suciedad y grasa más resistentes y no es necesario realizar un prelavado manual. Recuerda que, si prelavamos y enjuagamos antes, estaremos desperdiciando tiempo y agua. Dos recursos que son una pena malgastar.
Lo que sí que es necesario, es cerciorarse de no dejar ningún resto de comida en los platos, ollas y sartenes ya que podrían obstruir el aparato y provocar fallos en su funcionamiento.
Si quieres renovar tu lavavajillas, además de seguir estos consejos y recomendaciones para aumentar su durabilidad , recuerda invertir en electrodomésticos de calidad como nuestros modelos DWJ137DS, BDFS45DW, DWF137DW, y seguir las instrucciones del fabricante y sus indicaciones de uso.
